Al contrario que a wien, a mik le gustan las despedidas. ¡Le parecen momentos tan literarios! Principalmente porque son como puertas del tiempo, espacios clave para decir: te extrañaré,
te aprecio cualquier cantidad, me caes estupendo, será macabro no tenerte con nosotros, y otras. Ese tipo de declaraciones se hacen más ad-hoc en momentos como las despedidas, no crees?
Mira, cada vez me parece más sabio vivir la vida con conciencia de la muerte. Me refiero a darse cuenta de que el tiempo que tenemos es muy corto como para andarse dando demasiadas vueltas con esto del cariño. Entonces, en cuanto exista la posibilidad de decirle a la gente que uno la estima, la valora, en resumidas cuentas, la quiere, no hay que perder el minuto, porque después pasa la oportunidad.
Claro, hay formas y formas. Unos prefieren las palabras, otros, toman y toman café 15 veces antes de la partida. Cada cual a lo suyo, lo bonito es que quede claro, no?
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