Sunday, June 13, 2010

SANT


M.J. con quien estuve hace un par de días en DC, está a punto de publicar su primera novela, inspirada en nuestra ciudad capital. El nombre: SANT.

Se ve que promete. Si desea un aperitivo, haga clic aquí.

Si quiere reservar su copia, vea:


Friday, June 04, 2010

Hasta la vista, John!

El viernes pasé por última vez frente a la estatua de John Harvard. Para seguir en la dirección que iba, tuve que esperar a media docena de gente que disparaba cámara en mano. ¡Y pensar que nunca me saqué una foto con John!

Tuve mis razones, eso sí: al inicio del año académico había tantos interesados que era imposible lograr un momento a solas con él. Luego, me enteré de la tradición de baño público con que los estudiantes lo honran por las noches... y preferí abstenerme de tocar la punta de sus zapatos, como hacen felices los turistas que lo visitan de día. Imaginaba las doradas gotas saltando por exactamente el mismo punto…

Y bueno, en tercer lugar hay que agregar que la estatua es bastante inventada. No quedaron rastros de la apariencia JH.

Pero si tuviera que quedarme con una imagen de John, eligiría la siguiente:

Caminábamos con mi hermano Santiago por el Yard hasta mi casa, de vuelta de la comida con que celebramos la graduación. Serían cerca de las 11 pm, cuando al acercarnos a la parte central del patio vimos gente y escuchamos música. Nos acercamos.

Era un grupo de diez señores, de entre 55 y 60. Cantaban a capella. Vestidos de smoking, honraban a JH con los recuerdos de sus tiempos de college. Por el puro gusto de cantar. Alguna gente se había acercado a escuchar, como nosotros. Éramos un grupo de máximo 30. Y cantaron bien, con humor, una serie de esas canciones que reemplazan los instrumentos con ruidos humanos. Es como la tuna americana. No en la versión rap , en la versión Old School. JH, iluminado, agradecía a sus alumnos desde arriba.