Wednesday, September 13, 2006

momentos notables

Trabajante venía hoy en el metro y de pronto en la TV anunciaban ‘Karlsplatz’. Trabajante pensó y pensó hasta que se acordó: es el nombre de la estación de metro de la Ópera de Wien! Puso atención, esto era muy raro… Y sí, nuestra ciudad puede ser cada vez más folklórica. Se trataba del video de música de algún galán vienes, de pésimo gusto y que cantaba en bárbaro.
Siempre queda algo de lo que sorprenderse.

el mundo laboral

MIK, me he enterado de la crueldad social de este establecimiento escolar!
Dicen que has de venir a laburar el jueves. Propongo la rebelión. ¿Cómo tal acto de criminalidad luego de haberte enviado a las fauces de decenas de ursulinas en viaje de estudio? No me parece. Así se lo hice saber a la subdire, pero ella argumentó que mi cargo no me daba voz en ese campo.
Nuevamente, un tema de parcelas.

Monday, September 11, 2006

una patita de cueca?

MIK, pensé que ya estabas de vuelta! Cómo pasan de lentos los días, que ya te hacía 10 días por allá! Sucede que desde que os largaste, Wien tenía deseos de venir por estos lares a relatar tu tan heroica misión. Pero me has ganado! Y bueno, heme aquí charlando con tu persona que se halla por los desiertos nortinos en un bus o durmiendo poco.

(Mmm… me preocupa eso último asociado a la salud de las pequeñas ursulinas.)

Vaya señorita y ofrezca esos minutos de vigilia por el hallazgo de Sayid. Ya sabemos, de lo inesperado sólo surgen cosas aún más inesperadas.
De todos modos, me parece hermoso andar dando vueltas por Chile en pleno septiembre. Es un toque digno del espíritu patriótico. Como mi misa en la FACH, con oración por Chile y cantos a la Virgen del Carmen bella.
Lindos gestos dieciocheros.

chicas superpoderosas

Una cosa agotadora de ser profesora es que hay que ser 100% ejemplo y velar por estas niñas todo el tiempo. Después de una placentera noche en el Holiday Inn de Antofagasta (que está muy arreglada, por lo demás!) volvimos a las andanzas campistas. Tras una pasada veloz por Calama y un salvador LIDER, por alguna razón decidimos alojar en Peine. Después del infaltable completo para cada una, organizamos el campamento. Sábado en al noche, presenciamos una maravillosa liturgia llevada a cabo por unas monjas de Toconao. Conmovedora la prédica, con cita a San Juan de la Cruz: "al final de la vida, seremos juzgados en el amor". Sencilla y al hueso, como todo por estos lados.

El punto fue el siguiente: nos dormimos temprano. Pero fuimos víctimas del espíritu de carrete del sector -y de nuestra propia paranoia, por cierto-. A falta de mejores actividades, los hombres del lugar se reunieron a beber justo a la salida del camping. Autos van, autos vienen, risas, música que iba del reggaeton al guatón loyola...de terror.

¿Qué harían cuatro profesoras ante semejante desafío a su calidad de responsables? Pues nada, ponerse y sacarse zapatos, pantalones y lentes de contacto ante cada paso. Pasearse por el lugar. Revisar cada carpa. Dormir a saltos cada media hora, y con medio ojo abierto. Y esperar que la paranoia fuese eso y nada más... Cuando amaneció nos matamos de la risa. Y me acordé tanto (meli, isa) de nuestras aventuras en el parque Alerce Andino!

Pan de azúcar

Imaginen que están en una playa desértica. Hay una isla al frente y en la línea de la costa, veinte carpas desperdigadas en la nada. Imaginen que tienen que organizar a la gente que acampa. Hay una de las campistas enfermas, y hay que atenderla.

¿Les suena familiar?

La semana pasada me pidieron en el colegio que acompañara a los IIIos en su viaje. Solo que en vez de un Jack médico-organizador habemos cuatro profesoras superpoderosas y una tropa de 60 Shanons!

Aún así hemos logrado atinar con carpas y cocinillas. ¿Dónde está Sayid, Alá?

Monday, September 04, 2006

carretes de domingo

Resulta que a MIK se le ha dado por invitar a Wien los domingos. Por la noche salen con gente amena que Wien desconoce, pero que le divierte. Fue así como ayer fueron a parar con unos caballeros agrónomos de lo más conspicuos. Personajes… sí, personajes.
La verdad, es que a Wien le habría caído estupendo cualquiera, pues venía de un día de montaña, con almuerzo de fondue de queso y siesta al sol.
El aire en la montaña, no olviden uds., despeja y hace olvidar.
Es por eso que Wien ama su cordillera.