Monday, September 11, 2006

chicas superpoderosas

Una cosa agotadora de ser profesora es que hay que ser 100% ejemplo y velar por estas niñas todo el tiempo. Después de una placentera noche en el Holiday Inn de Antofagasta (que está muy arreglada, por lo demás!) volvimos a las andanzas campistas. Tras una pasada veloz por Calama y un salvador LIDER, por alguna razón decidimos alojar en Peine. Después del infaltable completo para cada una, organizamos el campamento. Sábado en al noche, presenciamos una maravillosa liturgia llevada a cabo por unas monjas de Toconao. Conmovedora la prédica, con cita a San Juan de la Cruz: "al final de la vida, seremos juzgados en el amor". Sencilla y al hueso, como todo por estos lados.

El punto fue el siguiente: nos dormimos temprano. Pero fuimos víctimas del espíritu de carrete del sector -y de nuestra propia paranoia, por cierto-. A falta de mejores actividades, los hombres del lugar se reunieron a beber justo a la salida del camping. Autos van, autos vienen, risas, música que iba del reggaeton al guatón loyola...de terror.

¿Qué harían cuatro profesoras ante semejante desafío a su calidad de responsables? Pues nada, ponerse y sacarse zapatos, pantalones y lentes de contacto ante cada paso. Pasearse por el lugar. Revisar cada carpa. Dormir a saltos cada media hora, y con medio ojo abierto. Y esperar que la paranoia fuese eso y nada más... Cuando amaneció nos matamos de la risa. Y me acordé tanto (meli, isa) de nuestras aventuras en el parque Alerce Andino!

1 comment:

aleurzua said...

mik,
cada minuto que pasa ganas mas mi admiracion. se que nunca habria podido estudiar pedagogia... pero cuando supe de tu viaje de estudios??? uf!!! definitivamente gracias a dios existe aquello llamado vocacion. seriously!

animo con los monstruos de las nuevas generaciones. y emula a Ana Lucia (si es que alcanzaste a ver la segunda temporada). ella debe ser tu ideal (y de paso es la que "disfruta" mas a sawyer, jejeje)