Saturday, March 18, 2006

de Pananamá en la cartera


Desde hace dos semanas, hay una planta flotando en un frasco en mi cocina. Hoy brotó. No se trata exactamente de un árbol genealógico, pero sí se puede decir que ha sobrevivido por generaciones. esta es la historia de cómo.

Un martes después del colegio fui a ver a mi abuela. Conversamos un rato en el jardín, bajo el palto. Nos acercamos a la pileta para ver una rana de bronce que salta en el plato superior de la fuente. Comentamos el crecimiento de los nenúfares y la muerte de los peces que desde chica estaba acostumbrada a ver cruzando el agua turbia. De pronto me llamó la atención un trío de maceteros con plantas moradas que bordeaban la pileta. "Ah, sí, dijo mi abuela, las heredé del jardín de mi mamá. Se las trajo de Panamá, en la cartera"

Ocurre que mi bisabuela -la Toca- era una señora notable. Viajó bastante, acompañando a su marido (otro notable que se hizo famoso en política, pero ha perdurado en al memoria colectiva chilena por bautizar un sandwich de jamón y queso). En uno de los viajes pasó por Panamá, y le llamó la atención una maleza que crecía por todas partes. Se trajó una patilla en la cartera (al parecer no había SAG en esa época) , y una vez en tierra patria la enterró. Y creció.

¿Cuándo habrá sido el paso por Centro América? Lo ignoro. Pero si calculamos que la Toca murió el 87, la planta ha sobrevivido en 19 años a la viajera que la introdujo en el país.

Mi abuela me regaló ese día otra patilla (no pude llevarme un macetero completo, andaba en bicicleta) que dejé flotando en agua. Cuando comenzó a ponerse roja y luego café, pensé que moriría ahogada en mi cocina, pero al parecer la vida es más fuerte. Hoy tiene dos hojas verdimoradas, y en el extremo inferior, un atisbo de raíz.

Teniéndola en mi casa, me siento como frente a esas cadenas de mails que te ruegan no romper, porque han dado vueltas por el mundo desde la creación misma...

Y ya compré un macetero para que crezca con tierra.

2 comments:

tnarrativo said...

La verdad MIK, eso de las plantas nunca se me ha dado. Ha de ser que no sirvo para la metodología de regar-hablar-cuidar-regar. Lo único que sobrevive en mi hogar son varias matas de albaca, porque le amo y Marita cuida indefectiblemente de ellas.
Cuando nos veamos hoy a la noche tendrás que mostrarme el nuevo objeto de tus cuidados.

aleurzua said...

MIK querida,
como parte del mismo árbol genealógico quiero comentarte que ADORO esas plantas moradas del borde de la pileta (y no sólo por ser moradas!!!).
Mi mamá tenía una, luchando siempre por sobrevivir en la casa sin cariño ni cuidados suficientes, y no sé realmente si ya habrá pasado a "peor" vida.
el punto es que tu historia es notable, y si logras que la planta famosa no sólo crezca, sino que se multiplique, me harías inmensamente feliz. puedo proveerte de un macetero yo misma, e incluso puedo irloa buscar, jejeje!!!